Elevé torres oscuras de obsidiana
Escondí los diamantes que recibí
Me lancé despierta desde lo alto
Con las manos apretadas, de boca al viento.
El paisaje lucía verde a lo lejos
la tierra parecía suave y cerca
cada vez más cerca
Delante de mí.
No
Despertar es cosa de meses, de años,
hay quien no despierta jamás.
Las torres se estrellaron
Me llovieron encima, como vidrios
Los diamantes se derramaron de mis manos
Se sembraron, murieron, germinaron
Se volvieron como flores, como estrellas.
Seguí su rastro. El suelo
Y el cielo se juntaron.
Entre los escombros veo un rincón intacto
Un jardín, donde con ojos entreabiertos por la luz
Recibo la brisa de una cascada, no la puedo detener
No quiero detenerlo. Una cascada, una luz, querer.
En secreto, con susurros ahí lo confieso
Que he deseado tantas veces dormir
Que a veces no sé cómo vivir.
Debo, sentido, deber.
A veces mi alma me abraza, me aprieta el cuello
Me llena de cenizas los pulmones, de toser.
Sueños, recuerdos, deleite.
Entierros, sin certeza, con dolor.
A veces. Me hace falta. Me falta.
Siempre. Nunca. No está nunca más.
No soy lo que temía, no soy lo que creían.
La brisa se ha vuelto una nítida nube
La lluvia es torrencial
La tierra respira, las flores crecen
Las gotas arrastran mis cenizas.
Viento, luz, cascada. Estoy despierta.
Con certeza hay alguien más aquí.
Alguien que me ve. No soy alta.
No soy de obsidiana, soy humana
Vivo sin ayer, cargando ayer
Con mañana, pero sin el día de ayer.
A penas ayer, el hambre de un nombre
que ya nunca podré visitar ni conocer.
Una pena, un dolor, una duda.
Alguien que Es, es El que Es. Él me ve.
Es lo que no tenía, lo que me hace falta. Es suficiente.
Su amor no ama alguna cosa de mí, me ama a mí.
Alguien puede demoler los oscuros muros.
Los fríos y cortantes espejos donde me escondí.
Amarlo es tener confianza.
Yo estaba en la cornisa, como un equilibrista.
Ahora estoy en un salvaje jardín. Soy un árbol que
Extiende sus raíces y sus ramas. Floreceré junto a las aguas.
Él Es. Siempre. Él me ve.
Simple, yo soy simple
Él es Dios.