El último de todos los días
Tu sonrisa en un lugar de Veracruz
Nos dijimos adiós, confiando en treinta veranos o más.
De mañana una llamada, el sol se congeló.
Nos dijimos adiós, confiando en treinta veranos o más.
De mañana una llamada, el sol se congeló.
Regresé a escondidas a buscarte
miré arriba hacia el retrato
en la sala de tu abuela
Que daba de comer a los periquitos afuera.
miré arriba hacia el retrato
en la sala de tu abuela
Que daba de comer a los periquitos afuera.
Ya tampoco se escucha ahí su canción.
Hoy tu abuelo está en la terraza, sentado en su mecedora
Lo saludo, pero esa foto sigue adentro en la sala
Te miro de reojo, te encuentro ya muy niña
Antes eras la mayor de las dos.
Lo saludo, pero esa foto sigue adentro en la sala
Te miro de reojo, te encuentro ya muy niña
Antes eras la mayor de las dos.
Yo te miraba hacia arriba.
Cecilia, con tus vestidos nuevos
Tu mamá y su aroma de pasteles, a vainilla
Tu vida fluyendo en el lugar al que regresa mi felicidad
Nuestra ciudad que perfuma el mundo; mi hogar.
Tu mamá y su aroma de pasteles, a vainilla
Tu vida fluyendo en el lugar al que regresa mi felicidad
Nuestra ciudad que perfuma el mundo; mi hogar.
La inocencia se despide sin saber
cuándo será la última vez
que dos reflejos bailan y ríen
Frente a un ventanal que da a la noche, a una oscuridad finita.
cuándo será la última vez
que dos reflejos bailan y ríen
Frente a un ventanal que da a la noche, a una oscuridad finita.
Al polvo de las estrellas.
Ya volví a Veracruz. Treinta veranos.
Al sereno en la terraza sigo sin escuchar tu voz.
Tu voz que me llama desde la barda, y yo miro hacia arriba.
Ahora, separadas por un tiempo, te recuerdo y te saluda mi esperanza.
Al sereno en la terraza sigo sin escuchar tu voz.
Tu voz que me llama desde la barda, y yo miro hacia arriba.
Ahora, separadas por un tiempo, te recuerdo y te saluda mi esperanza.
Tu rostro que se desvanece
aparece en una canción,
en mis historias y
despedidas
Cecilia
aparece en una canción,
en mis historias y
despedidas
Cecilia
Seguro yo estaría orgullosa de ti, de tus decisiones
Seguro subiría a tu casa, tú abrirías la puerta, y tus ojos
seguro reirían mientras nos contamos los secretos.
Seguro subiría a tu casa, tú abrirías la puerta, y tus ojos
seguro reirían mientras nos contamos los secretos.
Seguro sin ti la vida no es igual.
Seguro en el cielo también se llora, pero no de tristeza
Se llora de tanta belleza.
¿Si lloro así, sabrás que es por ti?
Se llora de tanta belleza.
¿Si lloro así, sabrás que es por ti?