viernes, 23 de noviembre de 2018

Sobre ustedes mis amigos; ser plantado, estar lejos y estar cerca.



Hay una clase de familia que no se escoge, que no es de sangre, que siempre está.

Por lo demás

Mi corazón está hecho pedazos entre la familia que se escoge, bailando en Colombia, cerca de Frankfurt, viajando entre Costa Rica y Nueva York (ven), aguantando frío en Hidalgo, desvelado en Canadá, luchando en CDMX (son la mitad de mi vida), descubriendo un futuro en Cáceres, siendo un hogar en Hong Kong, disfrutando Inglaterra, o en algún lugar de México.

Mi corazón está hecho pedazos y cada uno suena a la distancia, en armonía, a tiempo.

Por la sangre, mi corazón sigue nadando en las playas de Sydney, soñando con el Invierno en Alemania, mochilero entre Sudáfrica y Holanda, bajo el sol junto a un río en Ecuador, perfumando al mundo en Veracruz, alegrando mi vida en El Paso, embelleciendo Brasil, brillando en Morelos, y repleto de amor en Tenessee.

Cuanto más se hizo pedazos, como semillas, mi corazón se hundió en la tierra y más profundas se volvieron sus raíces; yo sé bien cuándo morí pero no sé cuándo me convertí en este árbol, sólo sé que desperté aquí donde menos esperaba; antes era un hoja y el viento me escribía pero nunca comprendí.

En esta ciudad que se sacude la ceniza para recibir sol y lluvia, cosecho algo nuevo. Estoy cerca de mis hermanos cuando nunca imaginé estarlo (y cuido a Cempi), contemplo el vitral que conforman mis amigos y sus colores se me graban; unos siempre estuvieron, son parte de mi historia y son mi alma (tú), algunos van pintándome con sus pinceles, sepan que siempre habrá espacio para su trazo extravagante; otros me moldean y suavizan con su conversación en un café; o con tacos y chocolates bajo el puente.

No sé si todos tenemos un momento así, no sé cuánto va a durar; las raíces que nunca quise las abrazo en esta tierra. La ciudad que antes abandoné ahora es familia y es hogar.

A veces hasta sueño que pasan los años y que sigo aquí para ustedes.

De la familia que no se escoge y que es del Espíritu, de esa mi corazón está lleno, llegaron de todos lados, algunos de ustedes ya estaban aquí. Cada uno tiene aliento de vida en su voz, los miro al cerrar mis ojos porque habitamos el mismo lugar, cantamos la misma canción, somos el mismo incienso. 

El mundo pasará porque la vida es breve, pero el amor que hay aquí y que veo en ustedes, ese va a permanecer para siempre.